viernes, octubre 13, 2006

Casi igual


Estoy en Milano y la verdad es que la ciudad es atrapante y en algún sentido parecida a Buenos Aires, aunque con algunas pequeñas diferencias.

En Milano un cappucino (€ 1,20) no se le niega a nadie -a nadie con ingresos acordes a la Unión Europea por cierto- y es muy rico en todos lados, en el café más fashion y en el bar más rasposo. Ayer a la manana tuve mi primera reunión de trabajo en SDA Bocconi, la escuela de negocios top de Milano, a la que los futuros ejecutivos de la Fiat y Pirelli van con el ipod cargado, los auriculares puestos, un pantalón que se les cae y la última edición del Financial Times Europe incrustada en el bolsillo trasero.

Como en Buenos Aires, los automovilistas tocan bocina compulsivamente y estacionan en cualquier lado, pero pisan el freno ni bien uno pone un pie en la senda peatonal. La estación de trenes es parecida a Constitución (un poco más grande) pero le dicen la "centrale" -se pronuncia chentrale-. Los tranvías todavía funcionan y conviven los antiguos con los ultramodernos.

Es muy raro ver a una mujer mal vestida y se ven muchas manejando sus Smarts (auto muy pequeño lanzado al mercado por Mercedes Benz) mientras fuman y hablan por celular.

3 comentarios:

Guillermo dijo...

alt+160......á
alt+130......é
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alt+165......Ñ

Usá el teclado numérico de la derecha. Suerte.

Anónimo dijo...

Ja,ja! Veo que no tenés más excusa para las tíldes. Qué bueno lo del viaje, por lo que parece es por laburo y eso es como laburar 24 hs seguidas, sin que te paguen extras pero al menos estás fuera, estas respirando algo de aire distinto. Ojalá lo pases bien, seguí contando.

Anónimo dijo...

guillermo: gracias por el machete. Ya lo estoy usando aunque para corregir los que ya escribí voy a esperar llegar a Buenos Aires

paterna: gracias por el comentario. Estoy viajando por Italia y España entrevistando a referentes del marketing territorial. Trato de contar lo que puedo pero es difícil. Saludos.