lunes, diciembre 21, 2009

Copenhague


El título de este post no es sólo el nombre de la capital danesa, que fue sede de la tan mentada COP 15, es también el rótulo de la columna de opinión que Mauricio García Villegas escribió en el diario colombiano El Espectador el pasado 4 de diciembre -previo a la cumbre- y que Bernando Toro leyó en la presentación del libro Dignidad para Todos, de Carlos March.

Con el resultado de la reunión en Dinamarca puesto, es interesante analizar los conceptos que García Villegas vertía en su artículo a pocos días del encuentro climático.

Cito a continuación algunos párrafos textuales:

"EL ECONOMISTA ESTADOUNIDENSE Victor Lebow decía lo siguiente en 1955: “Nuestro sistema económico nos exige que hagamos del consumo nuestra manera de vivir, que convirtamos el acto de comprar en un ritual, que busquemos nuestra satisfacción espiritual y personal en el consumo de bienes… necesitamos consumir cosas, quemarlas, reemplazarlas y descartarlas a la mayor velocidad posible”".

"Pues bien, este lunes 7 de diciembre se inicia en Copenhague (Dinamarca) la conferencia mundial sobre el cambio climático. Allí se intentará, en serio y por primera vez, revertir el pensamiento de Lebow, de sus colegas economistas y de sus voceros políticos. Se trata sin duda de la reunión ecológica más importante desde cuando se firmó el Protocolo de Kyoto (Japón) en 1997, el cual tuvo por objeto reducir las emisiones de gases tóxicos, pero fracasó porque no contó con el apoyo de los Estados Unidos, país responsable del 36% de las emisiones de esos gases".

"Pero la conferencia de Copenhague es mucho más que eso. Es una reunión sobre el futuro del sistema capitalista y sobre las relaciones entre el norte que consume y el sur que pone los materiales. En pocas palabras, es una reunión sobre un posible nuevo contrato social; es decir, sobre un nuevo pacto que permita sentar las bases de la economía y de la política para las generaciones futuras".

"Puede ser que nada de esto se logre en Copenhague y que el calentamiento global nos conduzca a una catástrofe planetaria. Es posible. Pero incluso si eso fuese así, hay razones de sobra para involucrarse y participar en los temas que allí se van a discutir".

Con el fracaso de la cumbre en la portada de todos los diarios, me gustaría quedarme con esta última frase y con la esperanza de que hay mucha gente trabajando por el cambio y que en breve los líderes mundiales ya no van a tener margen para mirar para otro lado y darle la espalda una vez más a la historia.

1 comentario:

Pablo dijo...

Asi es nomás mi querido Guillermo. Cómo dijo la Madre Teresa alguna vez: “yo se que lo que mi aporte en la vida es comparable a una gotita en el inmenso océano... pero si yo no lo hiciera... al océano, aún le faltaría mi gotita“

un gran abrazo,

pablo

pd: haciendo el cambio gota a gota : )